La veterinaria Sandra Casado empezó a practicar acupuntura a su perro, que padecía artrosis canina, con lo que consiguió paliar su dolor. Este hecho le hizo empezar aplicar esa práctica en otros animales, con lo que le llevo a aplicar la acupuntura no solo a perros sino también a caballos.
No era la primera persona que ha aplicado este método en animales en España, sino que aprendió de la precursora en España de esta técnica en animales, Conchita García Botey.
Generalmente aplica la acupuntura en caballos de deportes, aplicando entre 5 y 20 agujas en el dorso, las patas y la cara.
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